He matado a un nombre

En mi opinión, uno de los grandes problemas de la humanidad está en poner nombres. 

Pintores, compositores, escritores… todos ellos deben, en algún momento, enfrentarse al problema de poner un nombre a su obra o a los personajes de la misma. 

También las empresas deben poner nombres. A sus productos; a la misma empresa…  Estas últimas cuentan con una herramienta de márquetin llamada “naming”.  

Cuando tienes un hijo no te salvas y de nuevo te enfrentas al dilema, pero también tienes herramientas a tu alcance: el santoral, la genealogia, la Historia y para los más atrevidos programas de generación de nombres con los que tu hij@ puede llevar un fantástico nombre élfico. (Hagan la prueba aquí)

Sin embargo, para poner nombre a un estilo, a un blog, a un apartado de blog, la cosa es más complicada.

*nota del traductor:

 (¿Alguien ha leído la Biblia? Gran catálogo de nombres, por cierto. )

 Yo con los nombres me suelo atascar. Me atasco en muchas cosas pero con los nombres me atasco más que en el tráfico de Bucarest a las siete de la tarde. 

Para abrir este blog trabajé con más de cuarenta nombres. Total, al final me quedé con el primero. Por ello, para poner los nombres de los dos apartados del blog, me centré en lo primero que me vino a la mente. “Diarios de un enfermo” y “Escrits en una nit de tempesta”

Una mierda de nombres, poco atractivos , desde luego.

Esta publicación existe para daros a conocer el nuevo nombre de esta sección del blog.

Diarios de un enfermo era un mal nombre.  Crudo.  Mórbido. Era un puñetazo al lector. 

Lo siento. Pido disculpas. Yo mismo nunca habría clicado una pestaña con este nombre tarado. Soy así: parir un nombre me cuesta horrores. 

Por esto acabo de matar un nombre.

Se puede matar un nombre. No es lo mismo que matar un hombre. Esto último se puede pero no se debe hacer.

En fin, sin alargarme más os presento la pestaña “Basado en hechos renales”

. Para más información sobre esta pestaña, amigo lector, puedes clicar aquí. 

Para acabar, te llames como te llames, gracias por leerme y por tener paciencia conmigo.

Te invito a dejar un comentario y, si crees que algo de lo que escribo te puede gustar,  (mis fantásticos contenidos -del latín, "como la vida misma"- no están diaponibles en todos los soportes) no dudes en suscribirte al blog.